jueves, 6 de agosto de 2015

TE ACOMPAÑO EN LA CALLE DE LA AMARGURA (Poema tradicional).


Te acompaño en la calle de la Amargura,
Virgen de los Dolores bendita y pura.

¿No ves mi llanto?
Yo también, Madre mía, padezco tanto.

He perdido el sosiego, la paz, la calma…
en un mar de pesares vive mi alma.

Nadie se compadece de mi tormento;
solo tú, Virgen mía, ves lo que siento.

Por eso te suplico que desde el cielo
me prestes amorosa, dulce consuelo.

pues aunque el mundo tiene, criaturas buenas,
¡hay tan pocas que saben lo que son penas!

Mi corazón te llama, te necesita,
no lo abandones nunca, Virgen bendita.

Para vivir, tu amparo me es necesario;
¡quiero seguir tus huellas hasta el Calvario!

Y allí, cuando a tus plantas llore y me aflija,
no olvides que eres mi Madre y yo tu hija.


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