Imagen de Nuestra Señora de los Dolores de Sorihuela del Guadalimar (Jaén) |
Letra de los Siete Dolores de Nuestra Señora, cantados desde tiempo inmemorial en la Parroquia de Santa Águeda de Sorihuela del Guadalimar (Jaén), durante el septenario que la antigua Hermandad de la Virgen de los Dolores, dedica en honor su titular los siete días previos al Viernes de Dolores.
Si las dulces palabras del Ángel
inundaron de gozo tu alma.
De un profeta la fúnebre calma,
la llenó de amargura y dolor.
Te predijo que aquel que en tus
brazos
presentabas al Templo piadosa,
en la cima del Gólgota umbrosa,
le verías morir de dolor.
POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.
Si los Reyes de Oriente adoraron
al Infante Dios Hombre en pobreza,
un tirano con odio y vileza,
degollar los infantes mandó.
Y del fiel corazón traspasado
las maternas delicias ostentas
y al Egipto Señora te ausentas,
con el Hijo que al mundo salvó.
POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.
¿Quién es esa Mujer que
angustiada
vacilante y llorosa camina?
¿Quién es esa Mujer tan divina?,
¿quién es esa Mujer celestial?
Esa triste Mujer es María
que en el templo perdió su Hijo
amado
y en su rostro divino ha gravado,
la congoja su huella fatal.
POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.
Si en el Santo lugar lo perdiste,
a tu amado Jesús hallas luego
y conoces la voz que con fuego,
entre doctor sapientes arguyó.
En la calle Amargura, oh María
ya le encuentras sangriento, agobiado,
con el peso del leño cargado,
ese leño fatal do expiró.
POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.
Del discípulo amado en compaña,
Abatida, a tu Hijo seguiste
y de agudo dolor presa fuiste,
cuando al monte Calvario llegó.
Allí el eco repite el sonido
de martillos, clarines y voces,
le suspenden ¡oh Madre! y entonces,
al Dios justo enclavado se vio.
POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.
Oscurécese el sol de repente,
se cumplió la fatal profecía,
mira, mira tu Hijo, María
mira, mira, cadáver está.
Ya desciende del árbol sagrado,
ya en tus brazos lo ponen, Señora,
ese pecho que amante le adora,
el puñal de dolor hiere ya.
POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.
¡Hijo mío!, exclamaba, quien pudo
consumar tan terrible martirio.
Quien al ver de tu Madre el delirio,
darte muerte intenta traidor.
Del sepulcro la losa te oculta
a estos ojos que niéganse en llanto.
Sola quedo, Hijo mío, y por tanto
sola espero morir de dolor.
POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.
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