jueves, 8 de octubre de 2015

MARÍA AL PIE DE LA SANTA CRUZ (Poema de Doña María de la Concepción Saralegui de Cumia)


Ved al pie de la Cruz, pálida, yerta,
a la que es de los cielos la hermosura,
transida de dolor y casi muerta,
y el alma sumergida en la amargura.

Allí, como una roca combatida
de recias y violentas tempestades,
a su Hijo ve morir, dando su vida
por destruir del hombre las maldades.

Y ve correr de su costado abierto
la sangre y agua con que lava al mundo;
ve su divino rostro inmóvil, yerto,
y es presa de un dolor sin par, profundo.

De los santos varones ya tranquilos
al cadáver recibe entre sus brazos:
entonces fue la espada de dos filos
la que hizo ¡fiera! el corazón pedazos.

Contempla entre sus manos apoyada
aquella santa y virginal cabeza,
herida y con espinas traspasada,
y le espanta del hombre la fiereza.

Lloró sobre aquel cuerpo destrozado,
porque vio del pecado la malicia;
lloró la ingratitud del desalmado,
que así provoca la eternal justicia.

Hijo del alma, encanto de los cielos,
¿eres Tú aquel portento de hermosura,
el que calmaba todos mis desvelos
y llenaba mi pecho de ventura?

¿Eres Tú el que en Belén con gozo tanto
vi nacer de mi seno venturoso,
por quien el ángel con alegre canto
la paz al mundo daba presuroso?

¿Eres Tú el bello infante que en el templo
brillaba con divinos resplandores,
de saber y virtud siendo el ejemplo,
confundiendo la luz de los doctores?

¿Eres Tú el que los cielos y la tierra
hizo a su voz brotasen de la nada,
el que da vida a cuanto el mundo encierra,
por quien la luz del día fue formada?

Aparta, Virgen Madre, esos tus ojos
de esa escena de sangre aterradora,
porque el cielo se muestra hoy con enojos,
y ni a Ti, triste Madre, escucha ahora.

¡Quién pudiera, María, consolarte
en tan honda agonía y sufrimiento!
¡Quién las lágrimas puras enjugarte
en aquel triste y hórrido momento!

Mas ¡ay! Madre afligida y dolorosa,
que yo la causa fui de tu amargura;
yo con mis culpas di muerte afrentosa
al Dios que por mi amor te hizo tan pura.

Ten, pues, piedad de mí, Virgen sagrada,
y ofrece tus dolores infinitos
por mi perdón, no sea yo contada
en la turba infeliz de los precitos.

Tú, que ves mi dolor, sé Tú mi guía;
muera yo para siempre ya al pecado:
alcánzame el perdón, ¡oh Madre mía!
Por amor de Jesús crucificado.


Este poema, recogido en el libro “Poesías a la Santísima Virgen María”, fue publicado en Madrid en el año 1864.

miércoles, 7 de octubre de 2015

UNA IMAGEN: Nuestra Señora de los Dolores de Iznatoraf (Jaén)



La muy Noble, Leal y Antigua Villa de Iznatoraf, Guarda y Amparo del Adelantamiento de Cazorla, madre de la histórica comarca de las Cuatro Villas de Jaén, tiene el honor de ser el germen de una de las devociones marianas más antiguas e importantes de la Diócesis de Jaén y de Andalucía: la de Nuestra Señora de la Fuensanta,

En su iglesia parroquial, dedicada a la Asunción, se venera esta talla de Nuestra Señora de los Dolores. Es la titular de una Hermandad y procesiona por las calles estrechas de la Villa durante los días de Semana Santa.



Fotos y texto: Manuel Jesús López. 
(gade251@hotmail.com)  

UNA IMAGEN: Dolorosa de Valdaracete (Madrid)


Esta imagen de Nuestra Señora es venerada en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de la localidad madrileña de Valdaracete. Procesiona en Semana Santa.



























Fotos y texto: Manuel Jesús López. 
(gade251@hotmail.com)  

A LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS, PATRONA DE GRANADA (Poema de M. Gutiérrez Giménez)


Musa que al cielo la armonía robas,
salterio de David, númen brillante,
dame tu voz con que a María cante
místicos versos, sacrosantas trovas.

Nunca supe pulsar la blanda lira,
ni el arpa dulce, ni el laúd sonoro:
solo sé, Virgen Santa, que te adoro,
solo sé que tu amor el alma inspira.

Solo sé que eres bella más que el cielo,
más pura que el aroma de las flores,
santo objeto de angélicos amores,
raudal de gracia, fuente de consuelo.

Votos te ofrece el pobre peregrino,
las Vírgenes suspiros y cantares,
incienso el sacerdote en los altares,
versos el vate, cantos el marino.

Y en la noche tranquila y solitaria
y en el hermoso y esplendente día
mi corazón te ofrece, Madre mía,
tras un grito de amor, una plegaria.

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Ante una imagen que Granada adora,
trasunto de tu rostro soberano,
¡cuántas veces mi espíritu cristiano
creyó en ti y esperó, dulce Señora!

¡Virgen de las Angustias! ¡Cuántas veces,
al invocar tu nombre, Madre mía,
en bálsamo trocaste de alegría
de mi amargura las horribles heces!

A la ciudad que fuera del profeta,
¡cuántos bienes has dado y cuánta gloria!
En sus fastos preséntalo su historia,
en sus cantos celébralo el poeta.

Cuando extiende su manto primavera
y Granada sonríe y se embellece
sus flores más balsámicas te ofrece
pues tú animas su valle y su pradera.

Tú el álamo sostienes y la yedra
que de su Alhambra ciñen la cintura,
y envuelves con un manto de verdura
sus gigantes artísticos de piedra.

Y entre amorosas flores nunca mustias,
te sonríes de amor en este suelo,
y Granada te adora con anhelo
¡Oh Virgen inmortal de las Angustias!

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En busca de riquísimos tesoros
vino un hombre a Granada; un buen cristiano
que en el suelo que fue del mahometano
buscaba lo que fuera de los moros.

En la orilla del Dauro largos días
pasó en estéril y árido trabajo:
polvo encima encontró, polvo debajo,
y dejó sus inútiles porfías.

Del desaliento y el cansancio herido
abandonó la tierra ya regada
con su inútil sudor, y hacia Granada
volvió de pena y de dolor transido.

Postrose ante la imagen bienhechora
que Granada venera ha luengos años,
contole sus amargos desengaños
y oró... porque el cristiano siempre ora.

Y de la Virgen el divino acento
como un eco fugaz cruzó su oído:
—¡Torna, cristiano, al sitio do has venido!
¡Ten esperanza! ¡Deja el desaliento!

Tornó, pues, a un inculto montecillo
a cuyas plantas el Dauro se desliza,
y unas grutas halló y halló ceniza
¡oro de más valor de menos brillo!

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Aun existen las grutas, monumento
de fortaleza y caridad cristiana;
el metálico son de una campana
hoy en aquel lugar agita el viento.

Cuando la aurora brilla en el oriente
lanza al aire sus ecos vibradores
llamando a la oración con sus rumores
que en el valle se apagan lentamente.

Cuando el sol va al ocaso declinando
su voz vibra otra vez, eco sonoro;
entonces surge de sagrado coro
las notas del salterio recordando.

Y si en los pliegues del nocturno manto
ocúltase la luz del horizonte
vuelve a orar otra vez el Sacro-Monte,
de mártires y sabios Monte-Santo.

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Las cenizas de mártires halladas
y veneradas hoy en los altares
ocultas en sus grutas seculares
aun fueran de los hombres ignoradas.

Pero quiso la Virgen que venera
el pueblo granadino con fe pura,
para acrecer su gloria y su ventura,
descubrir el tesoro que allí hubiera.

Y de entonces aun más el granadino
a su Virgen adora reverente,
porque Ella es el fanal resplandeciente
que ha encontrado al cruzar por su camino.

Ella ha vertido lluvia en sus sembrados,
nieve en sus montes, en su vega frutas,
rocíos de bendición sobre sus grutas,
luz en su ambiente, flores en sus prados.

¡Bendito el suelo que la Virgen ama!
aquí hay nubes de grana en los espacios,
aquí hay templos inmensos y palacios,
aquí la luz se bebe y se derrama.

¿Quién, Virgen Santa, tu poder no invoca?
¿Quién no te canta? El ruiseñor que trina,
la susurrante linfa cristalina,
el insecto que anida en una roca:

el corderillo que balando pace,
el jilguero que canta en la enramada,
la noche y tras la noche la alborada,
quien nace al mundo y el que al cielo nace.

Todos te cantan, todos te veneran:
yo te adoro también, y aunque soy reo
de la culpa mortal, espero y creo;
pues en ti todos creen, todos esperan.

Y tú eres de bondad rico tesoro
y yo en mis penas íntimas te llamo:
¡Virgen de las Angustias!, yo amo.
¡Virgen de las Angustias!, yo te adoro.


Este grabado y poema (compuesto por M. Gutiérrez Giménez, en honor a la Patrona de Granada), fueron publicados en Madrid en el año 1869, en el Tomo II del libro “Los Trovadores Marianos, Monumento de Glorificación o Álbum religioso literario”.


martes, 6 de octubre de 2015

UNA IMAGEN: Dolorosa del museo de arte sacro de la Iglesia del Salvador de Arévalo (Ávila)



En la Iglesia del Salvador de Arévalo, cerrada al culto, se encuentra ubicado un importante museo de arte sacro, en el que se exponen diversas piezas provenientes de los templos de la Villa.

Una de las obras de arte expuestas, es esta magnífica imagen de Nuestra Señora.



Fotos y texto: Manuel Jesús López. 
(gade251@hotmail.com)  

UNA IMAGEN: Nuestra Señora de la Soledad de Alcaraz (Albacete)



La Muy Noble y Leal Ciudad de Alcaraz, trono elegido por la Santísima Virgen para ser venerada bajo el título de Nuestra Señora de Cortes, es rica en historia y patrimonio.

En la Iglesia Parroquial de la Santísima Trinidad se venera esta imagen de Nuestra Señora de la Soledad, obra de Roque López, tallada en el año de 1792.


Fotos y texto: Manuel Jesús López. 
(gade251@hotmail.com)  


SONETO A LOS DOLORES DE LA MARÍA SANTÍSIMA (Del Padre Álvaro de Hinojosa y Carvajal).




Pues que paristes Virgen sin dolores,
y criastes al Hijo con tal gozo,
no os parezca Señora trabajoso
verlo agora morir por pecadores;

condición es muy propia de amadores
hacer fácil lo, que es dificultoso,
y así buscó la Esposa al caro Esposo
en medio de la noche, y sus temores.

Tras el alegre día, que tuvistes,
se seguirá la noche de su muerte,
y otra vez tras la noche la mañana,

con esta condición le concebistes,
no lo tengáis Señora a mala suerte,
sufrid vuestro dolor de buena gana.



Este soneto, compuesto por el benedictino Padre Álvaro de Hinojosa y Carvajal, fue publicado en 1611 en la obra “Libro de la vida y milagros de S. Inés con otras varias obras a lo Divino”.

lunes, 5 de octubre de 2015

UNA IMAGEN: Nuestra Señora de Gracia de la Cofradía del Rescate (Málaga)



En el malagueño barrio de la Victoria existe una capillita, coqueta y preciosa. En ella reciben culto dos imágenes: Jesús del Rescate y Santa María de Gracia; titulares de la "Real, Piadosa y Venerable Hermandad de Culto y Procesión de Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de Gracia".

La Virgen, es obra del imaginero Antonio Castillo Lastrucci y fue bendecida solemnemente el 9 de diciembre de 1956, en la Capilla del Hospital Militar. Posteriormente, en 1983, sería restaurada y casi retallada por Luis Álvarez Duarte y en el 2004, restaurada por Beatriz Prado.

Realiza su salida procesional en la tarde del Martes Santo.


Fotos y texto: Manuel Jesús López. 
(gade251@hotmail.com)  

SIETE DOLORES CANTADOS (I)


Imagen de Nuestra Señora de los Dolores de Sorihuela del Guadalimar (Jaén)

Letra de los Siete Dolores de Nuestra Señora, cantados desde tiempo inmemorial en la Parroquia de Santa Águeda de Sorihuela del Guadalimar (Jaén), durante el septenario que la antigua Hermandad de la Virgen de los Dolores, dedica en honor su titular los siete días previos al Viernes de Dolores.

Si las dulces palabras del Ángel
inundaron de gozo tu alma.
De un profeta la fúnebre calma,
la llenó de amargura y dolor.
Te predijo que aquel que en tus brazos
presentabas al Templo piadosa,
en la cima del Gólgota umbrosa,
le verías morir de dolor.

POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.


Si los Reyes de Oriente adoraron
al Infante Dios Hombre en pobreza,
un tirano con odio y vileza,
degollar los infantes mandó.
Y del fiel corazón traspasado
las maternas delicias ostentas
y al Egipto Señora te ausentas,
con el Hijo que al mundo salvó.

POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.


¿Quién es esa Mujer que angustiada
vacilante y llorosa camina?
¿Quién es esa Mujer tan divina?,
¿quién es esa Mujer celestial?
Esa triste Mujer es María
que en el templo perdió su Hijo amado
y en su rostro divino ha gravado,
la congoja su huella fatal.

POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.


Si en el Santo lugar lo perdiste,
a tu amado Jesús hallas luego
y conoces la voz que con fuego,
entre doctor sapientes arguyó.
En la calle Amargura, oh María
ya le encuentras sangriento, agobiado,
con el peso del leño cargado,
ese leño fatal do expiró.

POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.


Del discípulo amado en compaña,
Abatida, a tu Hijo seguiste
y de agudo dolor presa fuiste,
cuando al monte Calvario llegó.
Allí el eco repite el sonido
de martillos, clarines y voces,
le suspenden ¡oh Madre! y entonces,
al Dios justo enclavado se vio.

POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.


Oscurécese el sol de repente,
se cumplió la fatal profecía,
mira, mira tu Hijo, María
mira, mira, cadáver está.
Ya desciende del árbol sagrado,
ya en tus brazos lo ponen, Señora,
ese pecho que amante le adora,
el puñal de dolor hiere ya.

POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.


¡Hijo mío!, exclamaba, quien pudo
consumar tan terrible martirio.
Quien al ver de tu Madre el delirio,
darte muerte intenta traidor.
Del sepulcro la losa te oculta
a estos ojos que niéganse en llanto.
Sola quedo, Hijo mío, y por tanto
sola espero morir de dolor.

POR TUS DOLORES TEN COMPASIÓN
PIDE Y ALCANZA NUESTRO PERDÓN,
NUESTRO PERDÓN, NUESTRO PERDÓN.

lunes, 10 de agosto de 2015

UNA IMAGEN: Nuestra Señora de los Dolores de Alhama de Aragón (Zaragoza).


Esta imagen de la Santísima Virgen es venerada en la Iglesia Parroquial de la Natividad de Nuestra Señora, de la localidad zaragozana de Alhama de Aragón, célebre por sus aguas termales, entre otras cosas.

Procesiona en Semana Santa y ocupa un altar con retablo en la nave de la Epístola, a los pies del templo.





















Fotos y texto: Manuel Jesús López. 
(gade251@hotmail.com)  

jueves, 6 de agosto de 2015

UNA IMAGEN: Nuestra Señora de los Dolores de Villar de Cañas (Cuenca).



En una capilla lateral de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Villar de Cañas (Cuenca), se venera la imagen de la Santísima Virgen de los Dolores.

Es costumbre que durante las procesiones de Semana Santa vaya acompañada por el canto de esta tradicional Salve:

¡Salve, Virgen pura,
dolorosa Madre,
Salve Virgen bella
Madre, Virgen, Salve!

Salve, compasiva
Virgen admirable,
mar de amargas penas
y dulces piedades.

Un nuevo martirio,
mis culpas añaden
a Ti, dolorosa
alma inconsolable.

Mis yerros hirieron
Tu corazón grande,
que infunde en los nuestros
alientos vitales.

En fuerza de amores,
mi pecho anhelante,
de tu triste pena
quisiera aliviarte.

Flores de alabanza
nuestro afecto amante
mezcla con tus penas
promesas leales.

Sean tus martirios
dolorosa Madre,
vida con que mueran
las culpas mortales.

Y las malas almas
tus dolores hallen
y, en cambio, las buenas
Tu consuelo alcancen.

Y, pues, tus angustias,
tanto ante Dios valen,
por ellas pedimos
la Gloria anhelantes.

¡Oh, mar de amarguras,
Santa, Reina y Madre!
amparad las almas
que esta Salve os hacen.

¡Oh clemente, Oh pía,
Oh, cándida ave,
Oh, triste María,
Salve; Salve; Salve.





















Fotos y texto: Manuel Jesús López. 
(gade251@hotmail.com)  

¡AY DOLOR, DOLOR, DOLOR! (Himno de vísperas de la Santísima Virgen de los Dolores).


¡Ay dolor, dolor, dolor,
por mi Hijo y mi Señor!

Yo soy aquella María
del linaje de David:
¡Oíd, hermanos, oíd
la gran desventura mía!

A mí me dijo Gabriel
que el Señor era conmigo,
y mi dejó sin abrigo
más amarga que la hiel.
Díjome que era bendita
entre todas las nacidas,
y soy de las doloridas
la más triste y afligida.

Decid, hombres que corréis
por la vida mundanal,
decidme si visto habéis
igual dolor que mi mal.
Y vosotras que tenéis
padres, hijos y maridos,
ayudadme con gemidos,
si es que mejor no podéis.

Llore conmigo la gente,
alegres y atribulados,
por lavar cuyos pecados
mataron al Inocente.
¡Mataron a mi Señor,
mi Redentor verdadero!
¡Cuídate!, ¿Cómo no muero
con tan extremo dolor?

Señora, Santa María,
déjame llorar contigo,
pues muere mi Dios y mi amigo,
y muerta está mi alegría.
Y, pues os dejan sin Hijo,
dejadme ser hijo vuestro.
¡Tendréis mucho más que amar,
aunque os amen mucho menos!

UNA IMAGEN: Nuestra Señora de la Esperanza de Torreperogil (Jaén).


En el Santuario de Nuestra Señora de la Misericordia, Patrona de Torreperogil (Jaén), se venera esta preciosa imagen de la Santísima Virgen de la Esperanza. Es la cotitular de una Cofradía penitencial, denominada “Cofradía del Santísimo Cristo de la Pasión, Santísimo Cristo de la Flagelación y Nuestra Señora de la Esperanza”.

Procesiona a costal en la tarde noche del Jueves Santo, portada por una cuadrilla de costaleras.


Fotos y texto: Manuel Jesús López. 
(gade251@hotmail.com)  

UNA IMAGEN: Nuestra Señora de la Soledad de Villaverde Alto (Madrid).



En la Iglesia Parroquial de San Andrés de Villaverde Alto (Madrid), tiene su altar y recibe culto la Santísima Virgen de la Soledad. Es la titular, junto con Jesús Nazareno, de una Cofradía que procesiona en Semana Santa por las calles de Villaverde.

Dos son las salidas procesionales de esta imagen: la tarde del Jueves Santo con el Señor amarrado a la columna y con Jesús Nazareno y, la tarde del Viernes Santo con Jesús crucificado y con el santo entierro.

El 15 de septiembre se celebra la fiesta de los dolores de Nuestra Señora con un besamanos. 



Fotos y texto: Manuel Jesús López. 
(gade251@hotmail.com)  
            

UNA IMAGEN: Dolorosa de Urda (Toledo).


Archiconocida es la localidad toledana de Urda por su Santísimo Cristo de la Vera-cruz. A sus plantas acuden miles de fieles de toda España cada 29 de septiembre.

Su parroquia, dedicada a San Juan Bautista, custodia esta imagen de la Santísima Virgen dolorosa que procesiona en Semana Santa.



Fotos y texto: Manuel Jesús López. 
(gade251@hotmail.com) 

PALIDECIDAS LAS ROSAS (Poema de José María Pemán).


Estaba la Dolorosa,

junto al leño de la Cruz.

¡Qué alta palabra de luz!
¡Qué manera tan graciosa
de enseñarnos la preciosa
lección del callar doliente!
Tronaba el cielo rugiente.
La tierra se estremecía.
Bramaba el agua... María
estaba, sencillamente.

Palidecidas las rosas
de tus labios angustiados;
mustios los lirios morados
de tus mejillas llorosas;
recordando las gozosas
horas idas de Belén,
sin consuelo ya y sin bien
que tus soledades llene...
¡Miradla por donde viene,
hijas de Jerusalén!

Virgen de la Soledad:
rendido de gozos vanos,
en las rosas de tus manos
se ha muerto mi voluntad.
Cruzadas con humildad
en tu pecho sin aliento,
la mañana del portento,
tus manos fueron, Señora,
la primera cruz redentora:
la cruz del sometimiento.
Como tú te sometiste,
someterme yo querría:
para ir haciendo mi vía
con claro sol o noche triste.
Ejemplo santo nos diste
cuando, en la tarde deicida,
tu soledad dolorida
por los senderos mostrabas:
tocas de luto llevabas,
ojos de paloma herida.
La fruta de nuestro Bien
fue de tu llanto regada:
refugio fueron y almohada
tus rodillas, de su sien.
Otra vez, como en Belén,
tu falda cuna le hacía,
y sobre El tu amor volvía
a las angustias primeras...
Señora: si tú quisieras
contigo lo lloraría.

Por tu dolor sin testigos,
por tu llanto sin piedades,
Maestra de soledades,
enséñame a estar contigo.
Que al quedarte tú conmigo
partido ya de tu vera
el Hijo que en la madera
de la Santa Cruz dejaste,
yo sé que en ti lo encontraste
de una segunda manera.
Yo en mi alma, Madre, lavada
de las bajas suciedades,
a fuerza de soledades,
le estoy haciendo morada.
Prendida tengo y colgada
ya mi cámara de flores.
Y a husmear por los alcores
por si llega el peregrino
he soltado en mi camino
mis cinco perros mejores.

Quiero yo que el alma mía,
tenga, de sí vaciada,
su soledad preparada
para la gran compañía.
Con una nueva paz y alegría
quiero, por amor, tener
la vida muerta al placer
y muerta al mundo, de suerte
que cuando venga la muerte
le quede poco que hacer.

Pero en tanto que El asoma,
Señora, por las calladas,
-¡por tus tocas enlutadas
y tus ojos de paloma!-
recibe mi angustia y toma
en tus manos mi ansiedad.
Y séame, por piedad,
Señora del mayor duelo,
tu soledad sin consuelo,
consuelo en mi soledad.